Padres se reencuentran con su hijo después de buscarlo durante 45 años

Los esposos Kevin y Phyllis Haran se conocieron en 1970, cuando ambos eran adolescentes, el amor fluyó y meses después la joven quedó embarazada.
Conscientes de que esto no agradaría a sus padres ya que pertenecían a familias católicas y conservadoras. Así que tomaron la decisión de mudarse a Londres.
 Una vez allí, la pareja comenzó a trabajar ocasionalmente para subsistir, alquilaron una habitación donde seis meses después nació el fruto de su amor, fue un varón y lo llamaron Sean.
Pero cuando la propietaria del inmueble se enteró de que tenían un bebé los echó del lugar. La familia quedó en situación de calle, Kevin y Phyllis temían no poder brindarle bienestar a su hijo así que recurrieron a una agencia de adopción con el fin de dejar temporalmente a Sean al cuidado de otra familia.
Fue así como Sean llegó al hogar de una familia española que residía en Londres, quienes se quedarían definitivamente con él si sus padres biológicos no lograban mejorar su situación económica.
Los padres de Sean dos meses después ya tenían empleo y vivienda. Estaban listos para volver por su pequeño, pero les dijeron que lo mejor era que se quedara donde lo habían dejado. Sus intenciones de recuperar a su bebé llegaron hasta una corte, donde un juez ordeño que el menor fuera adoptado por su nueva familia.
Aunque se sintieron derrotados no perdieron la esperanza de estar de nuevo con su hijo. Volvieron a su natal Irlanda, se casaron y tuvieron otros tres hijos, dos mujeres y un varón que falleció en 2008 en un accidente de tránsito.
Pese a que la familia había crecido nunca desistieron en su intento por que Sean también hiciera parte de lo que habían construido. Para cumplir su objetivo acudieron a un programa de televisión británico que se especializa en el tema, ‘Long Lost Family’ (‘Familia perdida hace tiempo’).
Finalmente, descubrieron que Sean vive en una localidad situada al oeste de Madrid (España), a donde fue trasladado a la edad de cuatro años y que ahora responde al nombre de Rubén Molinero. Tras 45 años separados, el día del tan anhelado reencuentro llegó.

Sean viajó a Irlanda y conoció a sus padres biológicos en el hotel donde inició la historia de amor que le dio vida. El emotivo momento fue transmitido por la televisión británica.