El crudo relato de una mujer lanzada de un cuarto piso por su exnovio

Una verdadera tortura vivió a sus 24 años María Alejandra Rojas, una joven bogotana llena de sueños y metas que por poco terminaron segadas por su expareja, quien por varios días la sometió a brutales ataques y trató de matarla.
La joven se debatió entre la vida y la muerte luego de caer de cuatro pisos de altura al ser arrojada por José María Ortega Niño, quien para ese momento aún era su novio.
Cuenta María Alejandra que el pasado 23 de agosto llegó al apartamento de su agresor, situado en Cedritos, en el edificio Torres de Río Frío, en Bogotá.
Estaba completamente decida a terminar la relación que sostuvieron por mucho tiempo. Sin embargo, ello provocó la furia máxima del sujeto, contra quien pesa más de una docena de procesos por violencia.
Aseguró la denunciante que, tras escucharla, el hombre la encerró en el apartamento y la retuvo en ese lugar por una semana, hasta el 31 de agosto cuando ocurrió lo peor. Incluso, afirma que un amigo de Ortega lo ayudó a golpearla y secuestrarla.
“Estuvo abusando de todas las maneras no descritas y acabando con mi vida, con mi futuro. El motivo por el que hizo esto fue porque lo iba a dejar. Le dije que estaba cansada de su maltrato y no quería estar más con él”, escribió en sus redes la joven, indicando también que en tres oportunidades lo había denunciado por violencia, aunque nunca había alcanzado esos límites y que los procesos no trascendieron porque jamás fue llamado por las autoridades.
‘FUI HUMILLADA, VIOLADA, AMENAZADA’
En los ocho días de encierro, asevera la joven, fue sometida a golpes, malas palabras, torturas, abuso sexual, humillaciones y amenazas de acabar con su vida y la de su mamá, además de quitarle a su hijo.
“Un día tuvo la oportunidad de escapar y salí corriendo por la portería. El vigilante se dio cuenta, pero me agarró; me volvieron a meter y me obligaron a subir nuevamente. El amigo me pegó dos cabezazos y luego se fue y me dejó en manos de él”, relató.
La mujer señala que fueron interminables los días de golpes en los que recuerda que su expareja le quitaba los zapatos y la obligaba a arrodillarse mirando hacia la pared, a la vez que le asestaba correazos en la espalda y le daba patadas.
“Luego me daba cachetadas en la cara con los zapatos. Me asfixiaba… me metía a la ducha y me golpeaba la cabeza contra las paredes mientras me mantenía varias horas bajo el agua para que escurriera la sangre que me salía de varias partes del cuerpo, sobre todo de la nariz”.
Y como si fuera poco, la joven asegura que mientras era torturada en el baño, su agresor la obligaba a grabarse videos donde aseguraba que vendía drogas en su casa, entre otras cosas. “Cuando dudaba o yo hacía mal el video me golpeaba más… Tiene videos míos en la ducha donde yo estoy sentada en una silla plástica bajo el agua”, detalló.
EL INTENTO DE ASESINATO
Alejandra cuenta que, luego de los abusos y de escuchar repetidamente que “se estaba vengando, que la mataría porque no podía estar con alguien más”, vio una oportunidad de acabar con su suplicio.
Los golpes causaron que su cara se inflamara y por alguna razón, José María Ortega Niño quiso ayudarla a disminuirla. “Él decide ir a la cocina y ahí es cuando veo la oportunidad de pedir ayuda. “Cuando me da la espalda yo tomo una chaqueta donde tenía mi cédula y como no podía pasar por la puerta decido irme hacia la ventana para gritar y botar la chaqueta con mi identificación para alertar a alguien. Pero él escuchó y se vino hacia mí. Yo en mi desespero sigo gritando y comienzo a intentar sacar una pierna por la ventana, como para quedar sentada, con una pierna adentro y otra afuera, pero él llega y siento el empujón”, relata María Alejandra.
Luego fue auxiliada por bomberos de la ciudad que la llevaron a un centro asistencial, mientras que su expareja se dio a la huida.
“Hago público esto ya que temo por la seguridad de mi familia y la mía, ya que él amenazó con hacerle daño a mi hijo y a mi mamá, así que quiero dejar claro que cualquier cosa que nos pase es culpa de José María Ortega Niño”, dijo la joven en sus redes sociales y ante medios de comunicación buscando que no hubiera impunidad.
Según el reporte de Medicina Legal, María Alejandra Rojas permaneció por nueve días en una unidad de cuidados intensivos (UCI) debido a las múltiples fracturas que tuvo, especialmente en su rostro, cadera, pelvis y una de sus piernas, y por las cuales debió ser sometida a cirugías de reconstrucción. Además, presentó fracturas desde la nariz hacia toda el área maxilofacial y perdió gran parte de sus dientes.
LA CAPTURA
Por intervención de un fiscal del Gaula de la Dirección Seccional de Bogotá́, se libró captura en contra de Ortega Niño, y se materializó por parte del CTI en la noche de es martes en el sector de Unilago, en el norte de Bogotá́.
Luego en una audiencia realizada ante el Juzgado 61 penal municipal de Bogotá, la Fiscalía le imputó cargos por los delitos de feminicidio agravado en grado de tentativa, secuestro simple, tortura y acceso carnal violento, de los que se declaró inocente. Finalmente fue enviado a prisión.
El presunto feminicida está indiciado en 12 procesos investigativos: 4 por lesiones personales, 3 por violencia intrafamiliar, 2 de inasistencia alimentaria, 1 por injuria por vía de hecho, 1 por amenazas y el ultimo, que corresponde a los hechos denunciados por su María Alejandra Rojas.
Según el ente acusador, en uno de los casos se le señala de presuntamente agredir a su propia madre y en otro a la madre de su hija de 4 años.
En Colombia, las llamadas a la línea de atención púrpura 155 se incrementaron en un 103 % durante el primer mes del aislamiento preventivo, vigente desde el 25 de marzo, y al menos 102 mujeres fueron asesinadas desde esa fecha hasta el 16 de junio, según datos del Observatorio de Feminicidios del país.