La cuerda
Los semáforos de han convertido en el sitio de los malabaristas, el rebusque, limpiadores y las personas que piden limosna. Muchos ponen en peligro su vida como este malabarista que hace espectáculo Callejero a expensas de un moneda. Muchos se atraviesan y otros acosan a los conductores de vehículos para conseguir tocar su corazón. Esa es una muestra clara de la realidad que vive la ciudad donde la situación económica tiene asfixiadas a muchas personas y su única opción es pedir ayuda en la calle. Foto Hernando Vergara