Pepe Castro se fue lleno de amor

 

Sus hijos y nietos lo rodearon a la hora de su partida, un momento crucial para que se fuera tranquilo a los brazos de Dios.

 

Por Yanitza Fontalvo Díaz

 

El patriarca liberal más querido del Cesar y sus alrededores, José Guillermo ‘Pepe’ Castro, dejó de existir el domingo 28 de mayo a las 9 de la noche; una insuficiencia renal fue el diagnóstico por el cual hizo varios ingresos a las Clínicas Cardiovascular y Cesar en los últimos 90 días.

Sus 81 años bien vividos y con miles de historias contadas en sus libros ‘Crónicas de Pepe’ y los ‘Cuentos de Pepe’, dieron muestras de un hombre fuerte que pese a los embates de la vida y los quebrantos de salud, logró sortear muchas dificultades y escapar de la muerte más de una vez.

Acompañado de su esposa, María Mercedes Araujo, sus 15 hijos, y nietos, recibió el llamado del cielo con una canción denominada, ´Padre Nuestro´que pedía a cada instante, al tiempo que sus seres queridos se ponían a cuentas con él y en el oído además de orar por su tranquilidad, también le expresaban frases de cariño y perdón.

“La hora de su partida fue muy especial, Dios nos permitió rodearlo y mientras lo acariciábamos, le mimabamos, le decíamos cuanto lo queríamos, se fue yendo hasta que partió definitivamente a morar con Jesús, nos queda la tristeza por su partida, pero también una gran tranquilidad que murió lleno de amor”, manifestó su hija, Julieth Castro.

En Pepe Castro murió en buena vejez,  dueño de una gracia y carisma inexplicable que recibió del cielo y que le permitió ocupar casi todas las dignidades existentes, concejal, alcalde de Valledupar, Gobernador del Cesar, Representante a la Cámara y Senador de la República.

Con estos cargos se convirtió en el hombre más importante de la política en la historia de esta región, su nombre fue tan influyente que sólo con una carta, una recomendación funcionaba para que a través de él se le ayudara a mucha gente que a diario se le presentaban a su casa sin conocerlo a agradecerle por que algún día le brindó un servicio que cambió el destino de su vida.

Pepe Castro, murió en buena vejez, como tenía que ser, luego de permanecer en cámara ardiente en el salón Consuelo Araujo de la Biblioteca Departamental, hoy se le rendirán honores póstumos en las horas de la mañana, con la presencia de diversas personalidades de la vida nacional y departamental, mientras que en la tarde se realizarán sus exequias en la misa La Concepción y el Cementerio Central.

Adios al gran patriarca liberal, paz en su tumba.