Derrotamos al virus, o el virus nos derrota

Milagro Patrón Noriega, Doctoranda en Ciencias de la Educación, Docente Universidad del Magdalena.

A lo largo de la historia de la humanidad, el hombre se ha enfrentado a varias pandemias provocadas por virus y bacterias que han cobrado la vida de millones de personas en todo el mundo. La mayoría se han originado por zoonosis, es decir por la transmisión de los animales al ser humano.

Así, se pueden mencionar algunas como la ocasionada por el sarampión, producido por un virus que ha cobrado la vida de más de 200 millones de personas y lo sigue haciendo, a pesar de que hoy existe una vacuna para ello. La viruela, causada por el virus Variola, de mortalidad alta, alrededor del 30%, que causó más de 500 millones de muertes en sus últimos 100 años de existencia, considerándose erradicada desde 1980. La gripe española de 1918 causada por el virus Influenza A del subtipo H1N1 provocó en dos años (1918-1920) alrededor de 50 millones de muertes, entre el 3% al 6% de la población. La peste negra o peste bubónica, considerada la más devastadora en la historia, causada por la bacteria Yersinia Pestis, apareció en Eurasia en el siglo XIV y se estima que cobró la vida de un tercio de la población europea. El Tifus causado por bacterias de género Rickettsia, transmitida por la picadura de diferentes artrópodos como piojos, pulgas, ácaros y garrapatas, ha registrado varios brotes, de los cuales el más grave se produjo en 1918, dejando entre 20 y 40 millones de muertos. El SIDA, infección provocada por el virus de la inmunodeficiencia humana, que apareció hace cuatro décadas, ha cobrado la vida de al menos 35 millones de personas. Para algunas de estas enfermedades se han desarrollado vacunas efectivas, mientras que para otras solo hay tratamientos terapéuticos.

Hoy estamos ante una nueva amenaza, el Coronavirus SARS-Cov-2, que originó la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud el pasado 11 de marzo. Es importante en este punto aclarar la diferencia entre epidemia y pandemia, la cual radica en que en esta última la expansión geográfica y el aumento de los casos, se da en una proporción mucho mayor que en una epidemia. Hay por lo menos 119 proyectos de vacuna que se encuentran en ensayos clínicos en diversas fases de prueba pero ninguno en fase 3, por lo que se estima que esta no se obtendría antes de 12 a 18 meses. Así las cosas, y ante el alto riesgo de contagio, el cual se da de persona a persona de manera rápida, no queda otra media más efectiva para contenerla que la cuarentena obligatoria, el aislamiento y el distanciamiento social. Por tanto, solo el comportamiento cada uno de nosotros determinará el comportamiento y la curva de propagación de la enfermedad, tal como lo manifestó Hans Henri P. Kluge, director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa. “Tenemos que acostumbrarnos a convivir con el distanciamiento social, nuestras vidas no volverán tan pronto a la normalidad”.

Países como Estados Unidos, en el que se ha apostado por la reactivación económica, han reportado en las últimas semanas un alarmante incremento de casos debido a la flexibilización de las medidas del distanciamiento social y al no uso de máscaras, estando casi al borde de un nuevo cierre de establecimientos como bares, restaurantes, playas públicas, entre otros. A 1ro de julio el número total de casos a nivel mundial se tiene contabilizado en 10.716.063 y 516.726 muertes, según datos proporcionados por el Dashboard del Center for Systems Science and Engineering de Johns Hopkins University. Estados Unidos es el país que encabeza la lista de afectados con 2.686.587 casos y 516.726 muertes, registrándose cifras records de hospitalización y de nuevos casos, sobrepasando la cifra de más de 50.000 en un día. En América Latina el país con más casos reportados es Brasil con 1.448.753 y 60.632 muertes.

En cuanto a Colombia, el Ministerio de Salud reporta a la misma fecha 102.009 casos y 3.470 muertes, para una mortalidad del 3.41%. Es preocupante el incremento en los casos en varios departamentos de la Costa Caribe, como el Atlántico con 24.212 casos, Bolívar con 9.392 y otros en rápido ascenso como el Magdalena con 1.903 y Cesar con 1.071. El departamento del Magdalena inquieta con una tasa de mortalidad del 9,2%. La desobediencia en el acatamiento de las medidas de bioseguridad y de distanciamiento social podría ocasionar que todas las estrategias adelantadas hasta ahora pierdan su efecto, y se cambie el rumbo hacia una escalada del número de contagios sin control con funestas consecuencias para toda la población. Es importante tomar conciencia de que entre mayor sea la exposición ante otras personas, mayor es el riesgo, y más estrictas deben ser las medidas de protección.

Hoy por hoy, es preocupante la celebración de eventos masivos clandestinos y las “compras” también masivas, inducidas por estrategias comerciales que buscan estimular la economía, pero a costa de la salud de la población. Es necesario aumentar el control y los mecanismos de vigilancia por parte de las autoridades para evitar que situaciones como esta se sigan repitiendo. Pero lo más importante es que cada uno de nosotros asuma con auto-determinación el cuidado propio y el de los que están a su alrededor, para el bienestar general de la población y para poder derrotar al virus antes de que él nos derrote a nosotros.