El río Badillo, en La Guajira, fue testigo de la recuperación del cuerpo de una persona dada por desaparecida
El río Badillo, en La Guajira, fue testigo de las acciones humanitarias adelantadas por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en la comunidad de Mamallán, habitada mayoritariamente por integrantes del pueblo Wiwa, en zona rural del municipio guajiro de San Juan del Cesar. En este lugar se realizó la recuperación del cuerpo de una persona desaparecida en el contexto del conflicto armado.
Este caudal hídrico, que en su recorrido baña más de cinco centros poblados, ha sido testigo de distintos momentos en el modelo vivencial de las comunidades cesarenses y guajiras. Ha sido aliado en los enamoramientos y confidente en las decepciones amorosas. El compositor de música vallenata, el sanjuanero Octavio Daza Daza, lo convirtió en cómplice de sus amores en la canción Río Badillo. También fue testigo de innumerables episodios del conflicto armado, cuando este azotó una extensa zona de la falda de la Sierra Nevada de Santa Marta. En esta ocasión, le correspondió ser guardián de una acción humanitaria que permitió recuperar el cuerpo de una persona, hecho que, sin duda, traerá consuelo a una familia que durante años ha esperado conocer el paradero de su ser querido.

Para llevar a cabo esta acción fue necesaria la participación de integrantes de la Corporación Humanitaria Reencuentros, firmantes de paz y excombatientes de las antiguas Farc-EP, quienes se han dedicado a fortalecer los procesos de búsqueda para encontrar a las personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado, con el fin de contribuir al alivio del sufrimiento de las familias que buscan. También participaron miembros de la comunidad del pueblo Wiwa, quienes, articulados con la UBPD, impulsan la búsqueda de personas desaparecidas desde los enfoques diferenciales y la pertenencia étnica.
Servidores de la Unidad de Búsqueda recibieron una hipótesis de localización que daba cuenta de la posible ubicación de un sitio donde, aproximadamente en el 2002, habría sido inhumado un cuerpo cuyo deceso se produjo en hechos relacionados con el conflicto armado. Una vez verificada la información, el equipo forense de la Unidad de Búsqueda, acompañado de una investigadora, avanzó en el proceso de prospección y posterior recuperación de un cuerpo esqueletizado, que fue enviado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para ser analizado e identificado.

«Para llevar a cabo esta acción fue fundamental los aportes de información recibidos, el acompañamiento de la Corporación Humanitaria Reencuentros y de las autoridades indígenas en la zona. Esperamos que avance el proceso de identificación con Medicina Legal y, una vez confirmada la identidad de esta persona, poder realizar la entrega digna a la familia, para que puedan procesar ese duelo que han tenido pausado desde hace más de 22 años», puntualizó Gisela Cañas, investigadora humanitaria de la UBPD.
Estas acciones fueron adelantadas en el marco del Plan Regional de Búsqueda Sur de La Guajira – Norte del Cesar, de la Unidad de Búsqueda, que atiende 10 municipios del sur de La Guajira y cinco del norte del Cesar, incluido Valledupar, y que tiene un universo de 973 personas desaparecidas. En esta territorial, la cifra de personas desaparecidas está cerca de las 6.000 en ambos departamentos.
