En Astrea y Valledupar, la ANT entregó 295 hectáreas a 41 familias sin tierras

 

• Dos predios que suman 295 hectáreas fueron entregadas a 41 familias campesinas en el departamento del Cesar. ASOCAMPAC y ASOCAMTICE fueron las asociaciones beneficiadas. El Gobierno del Cambio cumple.
• Un ambicioso proyecto de piscicultura comienza a desarrollarse en inmediaciones de la finca Villa Sandra, de 195 hectáreas.
• Yuca, maíz y plátano florecerán en los terrenos que la Agencia Nacional de Tierras entregó y que ahora hacen parte de la Reforma Agraria en Colombia.

La Asociación de Campesinos y Campesinas Productores de Astrea Cesar (ASOCAMPAC) y la Asociación de Campesinos y Comunidades Sin Tierra del Cesar (ASOCAMTICE) han recibido por parte de la Agencia Nacional de Tierras -ANT- dos predios que suman un total de 295 hectáreas para proyectos productivos en el departamento del Cesar.

El primer predio, de nombre Villa Sandra, de 195 hectáreas y entregado a ASOCAMPAC, se convertirá en la tierra en la que 35 familias campesinas iniciarán sus proyectos productivos de yuca, maíz y plátano. Además, sus integrantes se ilusionan con la pronta puesta en marcha de un proyecto piscícola con la que han venido soñando durante muchos años, y que ahora será posible con la entrega de estos terrenos.

Por su parte, ASOCAMTICE ha recibido un total de 100 hectáreas en la finca San Fernando, ubicada en la vereda La Sierrita de Valledupar. Aquí serán seis familias las que comenzarán una nueva vida. “Yo le pedí a mi Dios que me regalara un pedacito de tierra, y gracias a la Agencia de Tierras, ese sueño se ha cumplido. Pienso habitarla y labrarla porque de allí voy a sacar el sustento para mi familia. Ya me veo cultivando maíz, yuca, frijol, ahuyama”, expresa Martha Cecilia Orozco Cantillo, beneficiaria del predio San Fernando.

Las palabras de esta mujer criada en el campo y madre de cinco hijos van cargadas de emoción y, al mismo tiempo, de tristeza, pues no logra olvidar cómo años atrás, lo poco que tenía en un predio que ocupaba junto con docenas de familias, fue arrasado. Su humilde casa con sus pertenencias, así como los cultivos de pancoger fueron destruidos por el paso de la maquinaria pesada.

Liderazgo femenino que se siente
Edna Shirley Rodríguez Sierra sabe que el camino para que estas familias campesinas reciban estos terrenos no ha sido fácil. Esta joven, trabajadora del campo, madre de tres hijos, es la lideresa al frente de ASOCAMPAC, organización campesina del municipio de Astrea, al noroccidente del Cesar.

El tesón y lucha constantes de Edna han sido fundamentales para que las 35 familias beneficiarias de Villa Sandra tengan hoy tierra propia. Para esta lideresa, el trabajo en equipo y la distribución y asignación de roles y tareas son algunas de las fortalezas de su asociación. La manera organizada y coordinada en la que trabajan les permitió avanzar en todos los procesos previos a la entrega del predio.
Ahora que la formalización y entrega de Villa Sandra es una realidad, hombres y mujeres preparan los suelos para la siembra de maíz, yuca y plátano. Sin embargo, una de las propuestas en las que trabajarán de manera contundente es el proyecto de piscicultura, con el cual buscan cultivar miles de peces para comercializarlos en diferentes lugares de la región.

Para el coordinador de la ANT en el Cesar, Alcides Rafael Araujo Molina, quien acompañó las entregas junto con la asesora de la dirección general de la ANT, Mildreth Johana Suárez Díaz, el avance de la implementación de la reforma agraria en el Cesar es significativo, al destacar que son 38 mil hectáreas de tierra las que se han entregado en el Cesar durante el Gobierno del Cambio.

Este acto de entrega de tierras se enmarca en los esfuerzos del Gobierno del Cambio por avanzar en la Reforma Agraria, una política que busca corregir desigualdades históricas en el acceso a la tierra en Colombia. «Estamos hablando de devolver la dignidad a familias que por años han sido relegadas, de empoderar al campesinado como pilar fundamental de nuestra soberanía alimentaria», puntualizó Araujo Molina.

Con dignidad cumplimos. La tierra, que por años estuvo en manos de unos pocos, regresa a su verdadera vocación: la producción campesina. Ningún otro gobierno se había atrevido a ejecutar la Reforma Agraria como ahora, cumpliendo los compromisos de La Habana y dando a cada familia la certeza de que su esfuerzo y su historia son reconocidos.