La Unidad de Búsqueda recuperó un cuerpo en el Huila y su familia lo recibió en el Cesar
El cuerpo de Valmoris Miguel, quien había sido dado por desaparecido hace 14 años, regresó finalmente a su hogar en Tamalameque, en el Cesar. En una emotiva ceremonia católica se celebró un acto solemne que incluyó elementos como la fotografía de su rostro, tal como lo recordaban sus seres queridos, y flores, acompañados por la presencia de familiares y allegados a la familia Gómez Hidalgo.
Este homenaje permitió rendir un tributo a la memoria de Valmoris, garantizando un entorno digno y culturalmente respetuoso durante esta entrega, organizada por la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD).
«Ya por fin pudimos traer su cuerpo a Tamalameque. Agradecemos a la Unidad de Búsqueda que hizo toda la gestión para encontrar y traer el cuerpo de nuestro querido Valmoris Miguel desde el Huila y así poder darle cristiana sepultura», puntualizó su hermana.
Tras dos años de investigación humanitaria y extrajudicial, y gracias al trabajo de la UBPD, se logró determinar que Valmoris Miguel, quien se dedicaba al comercio y compraventa de frutas en el sur del Huila, había sido dado por desaparecido por su familia luego de ser asesinado en el contexto del conflicto armado en la vereda Versalles, del municipio huilense de Pitalito, y su cuerpo fue inhumado como no identificado en el cementerio local.
A pesar de las dificultades para intervenir en este lugar -debido a los factores ambientales y el deterioro de su infraestructura, sumado a las intensas temporadas de lluvias, el paso del tiempo y el crecimiento de la vegetación—, profesionales de la Regional Sur de la UBPD lograron recuperar el cuerpo de Valmoris Miguel junto a otros 20 cuerpos más en diciembre de 2024. Esta labor se realizó bajo criterios humanitarios de dignificación y honra hacia las personas desaparecidas y manteniendo siempre el contacto y acompañamiento con sus familiares residentes en Valle del Cauca y el Cesar.

Teniendo en cuenta el buen estado de conservación del cuerpo de Valmoris, a pesar del tiempo transcurrido, fue necesario desplegar acciones logísticas y articular esfuerzos institucionales para avanzar en el proceso de verificación de su identidad. Para ello, un equipo nacional de la UBPD aplicó la metodología de verificación de correspondencia de información post mortem, con el apoyo del Instituto Nacional de Medicina Legal, que facilitó sus instalaciones en Neiva para la realización del análisis correspondiente.
Confirmada la identidad de Valmoris Miguel, los equipos de la UBPD en el Huila y el Cesar, iniciaron los respectivos diálogos con la familia Gómez Hidalgo para conocer sus necesidades para el desarrollo de la entrega culturalmente pertinente a esta familia tamalamequera que, además, se autoreconoce como afrocolombiana y poder así, en el marco de sus saberes y prácticas ancestrales, brindarle un sentido adiós a quien fuera en vida «el más querido de la familia, el Moyis».
Esta entrega fue posible gracias a las acciones de relacionamiento institucional y comunitario, lideradas en Tamalameque por el equipo de la UBPD en el Cesar, como parte de las acciones humanitarias del Plan Regional de Búsqueda del Centro del Cesar.

De acuerdo con Isaac Giraldo, investigador humanitario de la UBPD en Huila, el cementerio San Antonio de Padua es un lugar de interés forense de impacto nacional, debido a que la mayoría de los cuerpos que se han venido recuperando no provienen de Pitalito sino de Cauca, Caquetá, Nariño, Putumayo y, como en el caso de Valmoris, Cesar.
«Esto nos muestra cómo el conflicto armado trasciende los territorios y cómo las dinámicas de la guerra implican un arduo trabajo de investigación humanitaria para esclarecer lo sucedido con las personas desaparecidas», señaló Giraldo.
Finalmente, la familia de Valmoris Miguel pudo cerrar el ciclo de dolor e incertidumbre que les produjo por tanto tiempo la ausencia de su ser querido. Tras una digna sepultura, en su tierra natal, su cuerpo reposa muy cerca de su casa paterna, en Tamalameque.

El universo de personas desaparecidas en Colombia asciende a 126.895, un poco más de cinco mil pertenecen a los departamentos del Cesar y la Guajira.