El superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios, Dagoberto Quiroga Collazos, presidirá la socialización del diagnóstico sobre el estado de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar.
El encuentro es abierto a la comunidad, vocales de control, veedores ciudadanos, líderes sociales, autoridades y gremios. Se realizará este viernes 23 de junio en el Centro de Convenciones Crispín Villazón de Comfacesar, a partir de las ocho de la mañana.
El superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios, Dagoberto Quiroga Collazos, presidirá la socialización del diagnóstico sobre el estado de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar. Igualmente, se presentarán las líneas de acción para la recuperación de la empresa, con el firme propósito de salvar la entidad, patrimonio público de los valduparenses. El encuentro se realizará este viernes 23 de junio en el Centro de Convenciones Crispín Villazón de Comfacesar, a partir de las ocho de la mañana. La superintendencia convoca a este encuentro de interés público a las autoridades, concejales, diputados, congresistas, líderes y lideresas sociales, ediles, miembros de juntas administradoras locales, dirigentes gremiales, organismos de control y ciudadanía en general. Desde la toma de posesión de Emdupar, el equipo de asesores del superintendente y de la Dirección de Entidades Intervenidas de la Superservicios; así como el agente especial, Pablo Jaramillo Reyes, han identificado los problemas de la empresa y definido acciones para minimizar los riesgos en su funcionamiento. Las deudas previas a la intervención se encuentran congeladas. La actual administración efectuó el pago de la nómina pendiente de los empleados y realiza control de gastos. Además, se ha puesto en conocimiento de los organismos de control los hallazgos sobre presuntas irregularidades en el manejo de la empresa antes de su intervención. Emdupar fue intervenida por la superintendencia en marzo de 2023 al no contar con liquidez suficiente para cumplir con sus obligaciones. En ese momento, su cartera superaba los 80 mil millones de pesos y tenía deudas cercanas a los 30 mil millones de pesos. Igualmente, la empresa registraba deficiencias en la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado causadas por el rezago de las inversiones, además de no tener la capacidad financiera para cumplir sus compromisos laborales, jurídicos y administrativos.
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