Del poker de ases al binomio magistral

Radio Guatapurí

 

 

Los analistas comentan, con frecuencia, que la radio vallenata pasa por un mal momento. De aquellas calendas pródigas en creatividad, diversidad, en general, buen periodismo, caímos en un rezago que ahora amenaza con retroceso debido una radio desprovista de genialidad que no innova ni se moderniza, y en cambio, abundante en un periodismo, fácil, ligero, y deficiente en contenidos.

Es el terreno abonado para aquellos zorros del periodismo que, como los canes, ladran echados, como son los casos de los maestros de maestros, Gustavo Cuello Díaz y Luis Joaquín Mendoza, quienes después de una larga ausencia de la radio y de casi dos décadas de haber salido de Radio Guatapurí, han retornado con un formato extraordinario.

Los dos periodistas, siendo de la vieja camada de profesionales de la radiodifusión del pasado, Gustavo más que Luis Joaquín, además de casi dos décadas de ausencia de la tradicional Radio Guatapurí, han retornado desarrollando una propuesta que interpreta el deseo de los radioescuchas que, al tiempo, saca la cara por el periodismo radial del Cesar, que como hemos dicho está alicaído.

Cuello Díaz y Mendoza Sierra, junto a Celso Guerra, muy mentado en el medio por sus conocimientos sobre vallenato, realizan el programa Festivaleando, que se transmite de 4:00 a 5:00 de la tarde a través de Radio Guatapurí y Cacica Estero en cadena, lo cual también es una gran novedad.

Distinto a lo que ocurre con la mayoría de los programas de la radio vallenata, en los que los periodistas o locutores se sienta en las cabinas a hacer largas y monótonas habladurías alrededor de lo divino y lo humano, casi siempre, editorializando pues la mayoría de contenidos con opiniones personales, el trío Guerra, Diaz y Mendoza, ha implementado un vestido sonoro de secciones que hacen de Festivaleando un programa diverso y dinámico.

Escucharlos, a pesar de que apenas llevan una semana, es una delicia:  incorporan crónicas, las cuales desaparecieron de la radio hacer rato; realizan entrevista con personales, difunden capsulas pregrabadas, narran historias, desempolvan acontecimientos, en fin este podría ser el modelo ideal para que el periodismo radial cesarense y del Caribe, retomen la senda de la Buena Radio.