Pese a las restricciones ocasionadas por la Pandemia, este año renació la fiesta del Corpus Christi en el resguardo kankuamo de Atánquez donde sonaron de nuevo los tambores de los negros del palenque, las maracas de las cucambas y los cascabeles de los diablos.Todos los danzantes usando tapabocas bailaron para saludar al sol, como lo han hecho desde hace más de 400 años. Así lo vivió el pueblo en este reciente puente festivo donde se celebró está tradición propia de la religiosidad y la cultura de esta región. Foto cortesía Enosh Arias