Valledupar: es el momento de la ciudadanía
Parece una historia de nunca acabar, que se repite tal cual como sucedió el año pasado cuando el COVID sorprendió al mundo y llegaba a Valledupar con las lluvias del mes de marzo.
Este año la situación es idéntica pero con un virus que crece de manera más frenética y que a su paso va dejando un rocío, una saga de dolor, con imágenes comunes, que nos obligan a acatar las normas.
Hoy más que nunca es el tiempo de la ciudadanía, en ella está salir más rápido de este momento o que cada día que pase sea igual o más doloroso al anterior.
Dentro de todo, aún cuando las UCI tienen una ocupación cercana al 90%, cuando los médicos claman ayuda y cuando la gente aparece tumbada a las afueras de las clínicas implorando de rodilla misericordia, hay una ventaja: ya sabemos cómo afrontar el virus y la experiencia de lo vivido el año pasado de mucho nos puede servir.
Entonces, se impone el camino de estar unidos, de acatar, de entender y de cumplir; se impone el camino de quedarnos en casa y que pase lo más rápido está horrible noche. Ya aquí no hay autoridad, ni policía ni mandatarios que nos lleven a cumplir. Ya ellos hicieron todo lo posible. Valledupar, es el momento de la ciudadanía