Altruismo Confuso

JOSE LUIS BLANCO CALDERON

Esp. DDHH & D.I.H

Master Derecho U. Girona, España.

 

En tiempos antes de Cristo el destierro era una forma de condenar o castigar ciertas conductas del ser humano; la imposición de abandonar un lugar que reconocemos como propio o titular es una carga excesiva en cualquier forma de organización social. No obstante los conflictos del ser humano en la historia se han escamado en múltiples maneras, por ejemplo Colombia es uno de los países con mayor registro de desplazamiento forzado interno de la población civil, producto de conflictos sociales a lo largo de la historia reciente y tras la descolonización en America.

 

El esfuerzo que han hecho mancomunidades y fraternidades para dirimir estos efectos directos de las guerras se traducen en instrumentos convencionales para atender y asistir a la población migrante, hoy somos nuevamente epicentro de este flagelo pero al parecer a la inversa proporción, refiriéndome a la recepción de millones de compatriotas venezolanos; que si bien es cierto se hace un esfuerzo mayúsculo para atenderlos desde algunas instituciones oficiales, se contrasta también con expresiones xenófobas de algunos líderes nacionales que al parecer no tienen muy claro que los derechos de esta población ha sido el resultado también de un esfuerzo mundial por la libertad y dignidad de poder decidir el lugar donde sin fuerza externa desarrollaremos nuestro proyecto de vida.

El desconocimiento de los instrumentos internacionales que por décadas han ido evolucionando no es excusa para el atropello de las garantías de los Derechos Humanos de la población civil migrante expuesta a las confrontaciones armadas o guerras civiles.

 

Los Derechos de la población migrante es un título inherente al ser humano; la voluntad política de desarrollar programas en beneficio no es altruismo, es una obligación. Todo esto A propósito de la conmemoración del Día internacional del Migrante reconocida a partir del año 2000 cada 18 de Diciembre por las Naciones Unidas.