Desmovilizados de Tierra Grata denuncian que fueron amenazados por el Clan del Golfo

Según Abelardo Caicedo Colorado, líder del colectivo de desmovilizados que hoy se congregan en el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, ETCR, de Tierra Grata, en Manaure, (Cesar), tres de sus integrantes fueron víctimas de amenazas por parte de supuestos miembros del ‘Clan del Golfo’.
“Les dijeron que iban a retomar el área, que querían reunirse con ganaderos, comerciantes, líderes y lideresas de la región; que debían asistir a la reunión porque era de carácter obligatorio, pero como ellos dijeron que no iban a ir, entonces los amenazaron de muerte”, dijo Caicedo Colorado.
Aunque lo ocurrido podría parecer un caso de extorsión, para el líder es una situación preocupante cuando se conoce del creciente numero de exguerrilleros que han sido asesinados este año en Colombia. Por ello, el tema también se puso en conocimiento de las autoridades competentes.
Las supuestas amenazas fueron expuestas en debate en medio de una congregación que los habitantes de Tierra Grata sostuvieron con la senadora por el partido FARC Victoria Sandino, a través de quien esperan poder recibir medidas preventivas de las autoridades.
“Hemos tenido la vigilancia de la Policía y el Ejército, pero realmente por la cantidad de muertos que ha habido en los espacios territoriales vemos que el problema está más afuera, por eso se empieza a pedir garantías al Gobierno”, dijo Caicedo.
El líder acotó que el interés de la comunidad es que por parte del Gobierno se cumplan los acuerdos de seguridad que se pactaron con las personas que dejaron las armas y se reincorporaron a la vida civil.

“Exigimos se cumpla con lo que se definió en La Habana, como por ejemplo la persecución a los grupos que han remplazado el paramilitarismo porque siguen fortaleciéndose a nivel nacional, y lo otro sería tener un pacto político para la no estigmatización, porque causa mucho daño y pone en peligro a los que decidimos firmar la paz, pues seguimos creyendo en la confrontación de la palabra y no de las armas”, afirmó.