Tras quedarse sin empleo, pareja vendió a su bebé recién nacido
La venta de un bebé de 40 días de nacido en la ciudad de Hefei, capital de la provincia de Anhui (China) el pasado el 30 de octubre, ha causado rechazo mundial.
El caso fue descubierto por las autoridades de ese país, que sorprendió a una mujer en las líneas de tren local a punto de entregar a su pequeño a una mujer que le pagaría 100.000 yuanes (poco más de 55 millones de pesos colombianos) a otra fémina mujer estaba dispuesta a pagar esa suma de dinero dado que, aunque ya tenía tres hijas, quería un varón.
Según el medio ‘Anhui Net’, los padres, que fueron identificados como Liu y Zhang, tomaron la decisión luego de haber perdido los empleos que tenían en una fábrica de bordados de Shantou (China), por cuenta de la pandemia del coronavirus.
Ello les hizo perder su estabilidad económica, que, sumado a la manutención de sus otros dos hijos de 7 y 2 años, hizo que las deudas se desbordaran incluso antes de que naciera en bebé.
La pareja fue acusada por las autoridades por el delito de trata de niños.
EL PLAN
De acuerdo a lo que informa el medio, el padre pensó que si vendían al pequeño aliviarían sus necesidades económicas y logro convencer a su mujer de hacerlo, inicialmente, con la conocida de un amigo.
Sin embargo, ese plan fracasó cuando el bebé nació a finales de septiembre debido a que el hospital se negó a dar el certificado de nacimiento al descubrir que quien lo pedía no era la madre biológica del infante.
La compradora final fue identificada como Xu, quien decidió comprar al pequeño porque no cumplía con los requisitos que pedían los orfanatos para adoptar.
Ella conoció a la pareja a través de redes sociales y acordaron que el pasado viernes 30 de octubre en el condado de Jiang’an, donde los padres biológicos vivían, harían la entrega del neonato.
La mujer de 43 años viajó hasta ese lugar, pero todo quedó en evidencia cuando algunos de los ocupantes del tren notaron su actitud sospechosa, por lo que la hicieron bajar en una estación y fue sometida a un interrogatorio de la Policía.
En principio dijo que había adoptado al infante, pero, luego de varias preguntas, aceptó que había pagado una “tarifa de nutrición” de 163.000 yuanes, más un collar y una pulsera de oro, para obtenerlo.
Sus motivos: estaba desesperada por tener un hijo “para mantener las relaciones familiares y que sus padres la ayudaran económicamente”, reportó el medio.