Por: Andreina Gálvez
Cristian Quintanilla Marín, tiene 52 años de cuales 26 ha estado al servicio de la salud en Valledupar, labora en el área administrativa de la Clínica Cesar, donde recibe y analiza el historial clínico de diferentes pacientes.
El pasado 9 de agosto, a pesar de que en el centro médico se cumple con todos los protocolos de bioseguridad, Cristian empezó a presentar fiebre mayor a 38°C y mucha tos, por lo que no dudo en practicarse una prueba PCR para constatar si los síntomas estaban relacionados con el Covid-19, a la espera de los resultados y siguiendo las indicaciones médicas se aisló en su residencia.
Durante varios días buscando mejoría tomó Acetaminofén y Azitromicina, medicamentos para combatir la fiebre y gripa. El 11 de agosto recibió el resultado de la prueba, el cual fue positivo, el 16 del mismo mes los síntomas persistían, los medicamentos no surtían efecto y apareció la dificultad respiratoria. Cristian fue ingresado por urgencias, de inmediato lo hospitalizaron; pese a la atención médica oportuna, no mostraba evolución.
Durante 10 días fue sometido a un tratamiento con antibióticos, además permanecía con un máscara de oxígeno. Su esposa Aracely Díaz, experimentaba la angustia de no saber cuándo estaría Cristian nuevamente en el seno de su hogar.
La familia Quintanilla Díaz, estuvo por más de 15 días dando la batalla contra el Covid-19, pues desde el momento que el hombre de la casa se contagió no pudo evitar transmitir el virus a su esposa y sus dos hijos de 15 y 2 años de edad. Aunque ellos nunca tuvieron que ser hospitalizados, Aracely presentó síntomas leves, mientras que los menores tuvieron fiebre por 3 días.
El pasado 31 de agosto, Cristian fue dado de alta y volvió a su casa al reencuentro con las personas que más ama. Él, dialogó con Mi Diario acerca de su experiencia «he mejorado bastante, ya no presento fiebre ni tos, gracias a la atención médica a tiempo y el tratamiento adecuado», comentó.
Cristian siempre supo la importancia del autocuidado frente al virus, pero afirmó que en Valledupar las personas no tienen conciencia de las medidas que deben tomar para contrarrestar la pandemia, «esto es de tomar las cosas con más seriedad. Una cosa es usted estar afuera como familiar y otra cosa es ser el paciente, sin saber a lo que se está enfrentando, no es fácil superar esto, yo salí por la voluntad de Dios», recalcó.
Por último, exhortó a la ciudadanía, sobretodo a los más jóvenes «el alcalde puede pedir más control pero si no tenemos conciencia, si somos irresponsables estamos poniendo en riesgo a los demás, no hay que esperar a que endurezcan las medidas o nos multen. Esto no es de normas, no es de forzar a nadie a encerrarse, sino de conciencia», ratificó.