Nancy Zuleta, ‘La patrona’ de Jorge Oñate

-Toda una vida llena de amor y folclor que ha dado grandes frutos y alegrías desde La Paz, Cesar, hasta cantar victoria y siempre dar gracias a Dios.-

 

Por Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

 

No es la virgen María, ni nuestra Señora de Coromoto. Tampoco otra con diferente nombre la que protege a Jorge Oñate, ‘El Jilguero de América’. Es una patrona de carne y hueso que ha consagrado su vida al servicio del hombre al que le prometió amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe.

Ella es Nancy María Zuleta Carrillo, quien a los 15 años se enamoró del joven cantante de vallenatos, y el noviazgo fue duradero porque los padres de Nancy, Bernardo ‘El Chijo’ Zuleta Suárez y Marta Carrillo Torres, no eran gustosos de esa relación.

“Estuvimos siete años de novios, pero casi a escondidas porque mis padres decían que ser cantante no tenía futuro en ese tiempo. A pesar de todo continuamos hasta que al fin me dieron el visto bueno”, dice Nancy Zuleta.

Las serenatas las tenía prohibidas la novia. Jorge Oñate se las ingeniaba para darlas con los acordeoneros Calixto Ochoa y Miguel López, pero ‘El Chijo’ Zuleta, los echaba en la primera canción.

El cantante una vez buscó la manera de que la novia escuchara completa la serenata y se llevó a Alfredo Gutiérrez, el acordeonero que admiraba el papá de Nancy. Esa noche incluso cantó dos temas de más.

“Mi papá creyó que esa serenata se la llevaba Alfredo, pero era para mí de Jorge. En la mañana mi papá dijo que era una de las mejores serenatas que le habían dado”.

Jorge y Nancy se casaron la noche del viernes 15 de febrero de 1974 en la iglesia San Francisco de Asís de La Paz, Cesar, tierra natal de ambos.

Después de la luna de miel en San Andrés vinieron llenos de amor y comenzó el proceso de crecimiento del artista porque ella fue su soporte y su compañera de todas las horas. Vivía pendiente del mínimo detalle de su gran amor y ambos recorrieron distintas regiones del país hasta poco antes del 26 de febrero de 1975 cuando nació su primer hijo, Jorge Luís.

Cuando el niño iba creciendo ella lo dejaba en casa de sus padres y seguía en la misión de acompañarlo a los compromisos musicales para apoyarlo en todo y no para ahuyentarle a sus seguidoras. Eso lo recalca ‘La Patrona’.

Al hogar de Jorge y Nancy, llegaron dos hijos más: Delfina Inés y Jorge Daniel, a los que se añaden varios nietos que son sus mayores alegrías.

 

Planas para Oñate

 

En su memoria hacen fila los recuerdos y uno de ellos llama la atención. Ella sentada delante de una vieja máquina de escribir tecleando letras y él dictando las canciones para lo cual adelantaba y retrocedía el casete de una grabadora grande. De esta manera Nancy sacaba en limpio las canciones para que Jorge se las aprendiera.

Un momento complicado de la entrevista con Nancy Zuleta fue ponerla a escoger una de las más de 500 canciones grabadas por Jorge Oñate.

“Es muy difícil hacerlo. Cada una en su época y muchas me traen tantos y tantos recuerdos”.

Hizo un breve recorrido por su memoria. El silencio cómplice le permitió buscar la ideal. Encontró la canción que en ese momento le dictó el corazón: ‘Igual que aquella noche’ de la autoría de Emiro Zuleta.

“Esa canción es hermosa y llena de mucha poesía”, manifestó  y medio tatareo el primer verso. “Hace dos años que te entregué todo mi cariño”. No siguió cantando más porque recordó que son 43 y no dos años, pero que lo importante es la permanencia del amor y que muchas estrellas han llenado de alegría sus días y sus noches.

 

Ruiseñor y Jilguero

 

Páginas enteras se tendrían que escribir para destacar la hazaña musical de Jorge Antonio Oñate González, quien ha permanecido vigente durante más de cinco décadas. A este artista lo han identificado a lo largo de su carrera musical como ‘El Ruiseñor del Cesar‘, y ‘El Jilguero de América’.

Los responsables de estos bautizos son el periodista Juan Gossaín y el locutor y presentador Jaime Pérez Parodi. “Yo les agradezco a los dos el bautizo porque así me quedé para toda la vida, pero entre los dos el más afectivo es el Ruiseñor porque me identifica con mi querido departamento que suma también 50 años de existencia”, anota Jorge Oñate.

Además de conocerlo como cantor de vallenatos le han endilgado una serie de historias que él asegura no son ciertas o le dan otra interpretación a sus palabras.

Una de las cientos de historias que circulan por todo el país, que incluso alcanzan para un libro, es sobre los tres mejores cantantes vallenatos. Ante esa pregunta dicen que Jorge Oñate respondió: ‘El Ruiseñor del Cesar’, ‘El Jilguero de América’ y yo. El artista no aguanta la risa y expresa que nunca le habían formulado ese interrogante. “Esas son cosas del folclor que yo tomo de buena manera. Esas jocosidades se han esparcido por todas partes y algunos las dan como reales. Lo que pasa es que en alguna reunión opino algo y enseguida le ponen la picaresca costeña”.

 

La canción de Michael Jackson

A los pocos días de haber fallecido el cantante Michael Jackson, 25 de junio de 2009, cuentan que Jorge Oñate en una presentación en Chivolo, Magdalena, dijo que iba a interpretar la canción que más le gustaba al artista estadounidense. Todos quedaron a la expectativa y enseguida cantó: ‘No voy a Patillal’. El artista indicó que eso nunca sucedió.

Lo certero es que al pasar 50 años de vida artística, Jorge Oñate, quien ha grabado con tres Rey de Reyes Vallenatos (Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza Daza, Gonzalo Arturo ‘El Cocha’ Molina Mejía y Alvaro de Jesús López Carrillo), sigue meneando la batea y seduciendo con sus cantos. Entonces, hay que abrir y cerrar comillas para consignar el concepto de Nancy Zuleta, la eterna patrona.

“Lo que ha hecho Jorge es cumplir con un mandato de Dios de llevar alegría y paz a través de la música que ama, nuestra música vallenata. Esa que lo acompañará hasta que sea la voluntad de Dios”.

Jorge y Nancy, siguen unidos por el amor y el folclor, dos facetas que son como un canto adornado en una canasta de ensueños, y donde un paisaje de sol es testigo de esa alianza que firmaron para cantar victoria y siempre dar gloria a Dios.