Edificio de Corpocesar es un elefante blanco con un detrimento de $ 6.450 millones’

La Contraloría General detectó que en la construcción del edificio bioclimático de la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar), ubicado en Valledupar, se generó un detrimento de 6.450 millones de pesos. Esa obra de infraestructura está abandonada, no cumple su finalidad, y se convirtió en un “elefante blanco”.
 
El organismo advirtió que desde marzo del 2017 el contrato para la construcción del edificio bioclimático -que debía ser la nueva sede de Corpocesar- se mantiene suspendido.
 
Además, desde julio del 2016 las obras no han tenido ningún avance y permanecen abandonadas. Según la Contraloría, presentan un atraso del 72 por ciento en su construcción.
 
Lo más grave es que Corpocesar no ha tomado ninguna acción para declarar el incumplimiento por parte del contratista y recuperar los dineros que se habían pagado en calidad de anticipo, y que hoy son el detrimento patrimonial.
 
Parte del retraso se debe a que las obras no habían sido levantadas con los parámetros de sismorresistencia exigidos, por lo que se tuvieron que invertir más recursos para intervenir las obras que ya estaban construidas.
 
Para la Contraloría “la gestión fiscal de estos recursos provenientes del Sistema General de Regalías, ha sido ineficaz, deficiente e inoportuna”.
 
A pesar de que el edificio debía ser construido en 16 meses, la entrega se ha tardado más de 10 años, tiempo en el que Corpocesar ha pagado en arrendamiento una suma mensual de 25 millones de pesos.
 
En el Secop aparece que en el 2013 se suscribió un convenio interadministrativo, firmado entre el Secretario de Infraestructura de la época, Omar Enrique Maestre Velez, y el Director General de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel; convenio que ascendió a la suma de 6.682 millones de pesos.
 
Para realizar ese convenio la Corporación contrató a la firma Proeza Consultores S.A.S, cuyo representante legal es Julio Mario Villamizar, convenio que se fijó por 6.239 millones de pesos y se adicionaron 2.402 millones de pesos más.
 
Esos recursos salieron del Sistema General de Regalías y también de la Corporación Autónoma Regional del Cesar.
 
La auditoría de la Contraloría encontró que a pesar de los informes de interventoría, y de los retrasos en la obra, la Corporación no ha hecho nada para reclamarle al contratista ni para intentar recuperar los dineros perdidos.
 
“Por el contrario, se procedió a acceder a la petición del contratista de ceder el contrato a otra empresa, lo que evidencia un claro favorecimiento al contratista aceptándole una cesión del contrato liberándolo de todas sus obligaciones contractuales y no exigiendo el reintegro de los dineros de anticipos no amortizados ni los rendimientos financieros de los mismos y no haciendo exigibles las pólizas de cumplimiento y anticipos respectivas”, dice la investigación.