Víctima de abandono forzado, por la incursión paramilitar en el norte de Cesar, recuperó sus tierras

Después de padecer el desplazamiento forzado por causa de los paramilitares, un campesino oriundo del corregimiento de Caracolicito, en el municipio de El Copey, recibió la restitución de su predio por parte de la Unidad de Restitución de Tierras (URT). A 15 kilómetros de El Copey se encuentra el predio de Numas Rafael Mindiola Maestre. El campesino, que este año cumple 71 años, llegó a sus tierras en compañía de su esposa e hijos, los mismos a quienes en la época de la violencia les tocó huir para salvar sus vidas. A la parcela 9 de La Providencia llegaron varios integrantes de esta familia. Los nietos, según Numas, son las personas que impulsan las ganas de seguir adelante.

“Son grandes las ilusiones que tenemos al regresar a estas tierras de donde salimos hace mucho tiempo. Gracias al Estado nuestra familia empezará de nuevo para forjar el futuro de nuestros nietos”.

Numas Rafael retornó a su predio gracias al compromiso de la Unidad de Restitución de Tierras (URT). La entidad lo asesorará en la implementación de un proyecto productivo y seguridad alimentaria. Además, contará con ganadería lechera; siembras de maíz, ñame, plátano y café, entre otros. Jorge Chaves Perdomo, director de la URT en Cesar y La Guajira, , afirmó que “a la fecha, 5612 solicitudes han sido recibidas en el departamento del Cesar.

De estas, han finalizado trámite administrativo 4497, para un porcentaje de avance del 80%”. El Tribunal Superior de Cartagena comisionó al Juzgado Especializado Primero en Restitución de Tierras a realizar la entrega del predio y ordenó declarar a la persona que se encontraba en las tierras como ocupante secundario del predio. De acuerdo con la sentencia, entre los años 1996 y 2000 aumentó la tasa de homicidios en Cesar, específicamente en el municipio de El Copey.

La incursión de los paramilitares en la zona no solo ocasionó asesinatos selectivos; también generó el desplazamiento forzado de las víctimas, por el temor y el miedo. Esta violencia se extendió por todo el departamento y ocasionó el despojo de tierras a campesinos beneficiados de la política de reforma agraria.