Valledupar con el alma desgarrada

En el Parque de la Leyenda es velado Martín Elías Díaz donde sus seguidores le brindan el último adiós, su talento vivirá por siempre.

Por Yanitza Fontalvo Díaz

El dolor se refleja en los corazones de todos los amantes de la música vallenata, se fue uno de sus hijos más queridos, uno de los muchachitos del ‘Cacique’, Diomedes Díaz, el heredero de su historia, de su talento, de su cariño, por eso el pueblo se volcó a esperar  la llegada a Valledupar de Martin Elías Díaz que en un fatídico accidente perdió la vida y dejó a sus seguidores sin consuelo.

Desde muy temprano cientos de niños se volcaron a la entrada de Valledupar a lo largo de la avenida hacia Bosconia, las pancartas, las fotografías en honor a Martín se alzaban para manifestarle su último adiós, fue una gran romería, un río de gente por donde quiera pasaba la triste caravana que llevaba los despojos mortales del ´Terremoto’.

Envuelto en la bandera de Colombia, en un carro de bomberos y escoltado por la Policía, el féretro recorrió lentamente el Obelisco, la Avenida los Militares, la Avenida de La Popa, la Transversal 23, el Pedazo de Acordeón hasta llegar al Parque de la Leyenda.

La gente cantaba las canciones, aplaudía y le tiraba flores, “Martín eres el mejor”, “Se fue el reemplazo de Diomedes”, “No te olvidaremos”, eran los gritos de la gente aun sin dar fe de lo que estaba ocurriendo, “nadie esperaba esta intempestiva partida, aún no lo creo”, reiteró Marcos Pinto, quien se encontraba entre la multitud.

Ya en el Parque de la Leyenda, con un gran pendón que decía, “El vallenato es eterno como el gran Martín Elías tu legado y tu talento vivirán en nuestros corazones”, en su caja mortuoria fueron añadidas las banderas de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata y Saico.

Allí se encontraban con el corazón hecho pedazos, Patricia Acosta, la musa de Diomedes Díaz y madre de Martín Elías, Dayana Jaimes su esposa y gran amor, su compañero musical Rolando Ochoa, sus hermanos y la más grande muestra del fruto de esa música que regaló, el pueblo, pueblo despidiendo quien les alegró su vida con sus canciones.

Siempre serás el Gran Martín Elías.