Reciclando por la vida

La ciudad es dura con la gente del campo; la imagen de Robinson y Adalgisa junto a su pequeño hijo lo afirman, ellos recorren las calles de Valledupar empujando una carreta reciclando inservibles que puedan vender por unas cuantas monedas. No pertenecen a este lugar, su corazón está puesto en las grandes extensiones de tierra con olor a boñiga y pasto fresco de las fincas donde han trabajado. Pero mientras llega una oportunidad sobreviven soportando el peso de su pobreza, allá donde su hijo quiere volver y olvidar las miradas ásperas que le hicieron dudar que todos somos iguales. Foto: Hernando Vergara