Júnior superó a Guaraní de manera agónica

Yimmi Chará marcó el único gol en el minuto 81 de un partido que tenía todo para ser una igualdad. El juego de vuelta será el próximo jueves en Asunción.

Chará, además de marcar el tanto del triunfo, fue la figura a lo largo de los 90 minutos.AFP

El premio a la perseverancia, a ir por instinto, sin orden, para adelante, con vocación al ataque. El gol de Yimmi Chará al minuto 81, la alegría en el Metropolitano, el grito de Alexis Mendoza en el banco, la celebración del hombre que tomó la función de organizar como propia, que jugó en el borde del área y que con un remate rastrero pudo vencer a Víctor Centurión, un arquero seguro, atajador y con suerte. Porque ya LuisCarlos Ruíz lo había intentado dos veces, una controlada por el portero paraguayo con reflejos felinos, otra por el palo derecho del arco sur del estadio Metropolitano.

Ensayando y errando, buscando por un lado, después por el otro, el equipo barranquillero encontró la victoria frente al Guaraní por 1-0, un equipo de oficio defensivo, de luchar atrás sin importarlelo que suceda adelante, de vehemencia y corazón. Y por poco logran el objetivo de sumar un punto, incluso con un jugador menos tras la expulsión de Pablo Vásquez, a quien le dio por ponerle los taches a un rival en la ingle y vio la tarjeta roja. 

Las oportunidades fueron tantas que no vale la pena enumerarlas. Si es de relevancia decir que los paraguayos se salvaron de una goleada, ya sea por la mala definición del rival, por el guardameta o por la simple providencia.

Al final, explosivo, sin orden y más por impulso, Júnior aprovechó la superioridad numérica, ganó tres puntos vitales y ahora deberá ir al sur del continente para mantener una ventaja corta, que no fue más amplia por Centurión, para soñar con la fase de grupos de la Copa Libertadores. Alexis Mendoza celebró, pero de inmediato recuperó la compostura mientras que, en las tribunas, desocupadas, la angustia de a poco se transformó en esperanza y, por ende, en alegría

Hay que celebrar, hubo gol, uno solo, y tres puntos importantes, para un club que mostró arrebato, ganas, responsabilidad con los suyos y con ellos mismos. Y eso en el fútbol, una que otra vez basta, no para descrestar con el juego a los críticos, tampoco para sentirse satisfecho, pero sí para que haya una luz cuando parecía una noche incolora en Barranquilla.

El Dato: el juego de vuelta será el próximo jueves en el estadio Rogelio Livieres de Asunci

TOMADO DE EL ESPECTADOR