El ‘Drama provinciano’ donde se estrenó como cantante Jorge Celedón

 

Por Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv

“Oye mamá en la puerta hay un Señor que dice que es mi papá, y que quiere hablar contigo. Dímelo ya, dilo pronto por favor, porque si ese es mi papá, se lo diré a mis amigos”.

Una mañana de mediados del mes de agosto de 1981 el compositor y cantante Daniel Celedón Orsini le dijo a su sobrino Jorgito, quien constantemente se la pasaba cantando en su pueblo Villanueva, La Guajira, que lo iba a invitar a grabar una canción con su acordeonero Ismael Rudas con quien conformaba la agrupación ‘El Doble Poder’. Era un proyecto musical a tres voces donde también haría parte la cantante Mélida Yará Yanguma, más conocida como ‘La india Meliyará’.

Efectivamente fue una realidad y desde el primer momento que salió el disco donde estaba incluida la canción ‘Drama provinciano’ de la autoría del compositor Lenín Alfonso Bueno Suárez, Leabus, tuvo total aceptación por su profundo impacto emocional y las voces invitadas. Ese fue el comienzo como cantante de Jorge Celedón Guerra.

Al respecto Daniel Celedón Orsini, anotó. “Cuando el compositor Lenín Alfonso Bueno Suárez me entregó la canción ‘Drama provinciano’ pensé en Jorgito, quien ya mostraba cualidades para cantar. Probamos al pelao y nos salió bueno. A Jorgito, hijo de Alfonso, mi hermano mayor con Maura Guerra, lo tuve 10 años en Barranquilla. Allá grabó con Luís Villa y tiempo después pasó a El Binomio de Oro de América, de nuestro paisano Israel Romero. Desde ese momento comenzó su verdadera proyección hasta tener su propia agrupación y de allí en adelante todos conocen su historia”.

Más adelante destacó que su sobrino en la música comenzó bien y toda la vida ha sido un triunfador. Recordó que en muchos festivales le cantó sus canciones inéditas, ocupando la mayoría de veces los primeros lugares. “Él se enamoraba de mis canciones y les ponía todo el sentimiento para que surtieran el efecto deseado. Siempre lo apoyé y hemos tenido una cerrada amistad”.

Seguidamente destacó un hecho de agradecimiento por parte de Jorge Celedón. “Me emocioné cuando invitó a Ismael Rudas y a mí, a un concierto en el Parque Simón Bolívar de Bogotá. donde asistieron más de 25 mil personas. Nunca se me podrá olvidar la fecha del 24 de noviembre de 2005, donde se hizo un recorrido por su trayectoria musical”.

Sobre la canción ‘Drama provinciano’ y sus inicios en la música Jorge Celedón, aseveró. “Esa fue la gran oportunidad que Dios y mi tío Daniel me dieron. No le he quedado mal y siempre viviré agradecido. También soy un convencido que con nuestra música vallenata podemos llegar lejos, tan lejos como queramos, pero debemos tener presentes a los juglares, a los maestros que nos marcaron el camino y que han permitido que nosotros seamos los voceros de aquello que comenzó pequeño y hoy es muy grande”.

Entre sus recuerdos musicales en la horma de su pensamiento aparece la canción ‘¡Ay ombe!, donde florece la naturaleza embelleciendo el camino y se suman fragmentos del sol colgando sobre las ramas sin hojas. “Hermoso Cañaguate florecido si pasa dile que deje el afán, por favor embellécele el camino que pise de tus flores el andar”.

Este es el primer verso de la canción en aire de son que le otorgó un nuevo reconocimiento al artista, quien tiene como arma el poder del sentimiento haciendo posible que su voz tenga el imán para atraer a miles de personas, y rendirle tributo a una música que nació en los corrales, teniendo como gestores a juglares quienes propagaban mensajes cantados teniendo en el pecho un acordeón.

Con estas merecidas letras se pinta la humildad, disciplina, liderazgo y talento de Jorge Celedón, el cantante, el compositor, el hijo bueno, el artista grande y el hombre que ostenta con todos los honores el Premio Grammy Latino Cumbia/Vallenato.

Emoción sublime

Está crónica pudo iniciarse diciendo. “Jorge Celedón comenzó su periplo por el mundo musical haciendo el papel de niño en un drama provinciano que escribió un reconocido compositor, y quién iba a pensar que con el paso del tiempo iba a llegar a lugares inimaginados”. Pero, para qué escribir por ahora más frases en homenaje del artista, si está como en la canción de Leandro Díaz, viviendo horas felices, siendo necesario expresar: Juepa je, Ay ombe y con emoción sublime cantar al unísono. “Qué bonita es está vida y aunque a veces duela tanto y a pesar de los pesares siempre hay alguien que nos quiere, siempre hay alguien que nos cuida. Qué bonita es esta vida y aunque no sea para siempre, si la vivo con mi gente es bonita hasta la muerte”.

Hoy, todavía resuenan los recuerdos de una mujer haciendo el papel de mamá, cuando le dijo a su hijo que su papá estaba en el cielo y no pudo conocerlo. Este drama provinciano desnudó una realidad donde el sentimiento aterrizó en el desierto, sospechando para siempre que la soledad no dejó entablar ninguna conversación, quedando entonces sin oficio el corazón. Además, como lo relató el escritor Gabriel García Márquez, no se tuvo una segunda oportunidad sobre la tierra, sobresaliendo una frase contundente. “Ay ombe, cuánto sufrimos los niños por los errores de los mayores”.