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Un cuerpo recuperado y 19 sitios caracterizados, acciones de la Unidad de Búsqueda en el centro del Cesar

María, una mujer buscadora, acompañó la acción humanitaria realizada por el equipo de la Unidad de Búsqueda con la ilusión de encontrar allí el cuerpo de su hijo.
Imagen: Comunicaciones UBPD

Durante acciones humanitarias realizadas en el cementerio del municipio de Pailitas, en el centro del Cesar, servidores de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) recuperaron un cuerpo que había sido inhumado en este camposanto como persona no identificada y que tiene una identidad orientada a una persona desaparecida en hechos relacionados con el conflicto armado.

María es una mujer que lleva más de 20 años buscando a su hijo, quien desapareció en la época en que el conflicto armado desplegó su accionar inmisericorde en el corredor vial entre el Cesar y los Santanderes, llevándose consigo a más de 140 personas. Entre ellas estaba Jorge, el hijo de María, un joven de 14 años que se desplazaba en un vehículo desde Pailitas hacia una ciudad de Norte de Santander en 2002. Ese día se despidió de su mamá y, pese a que esta lo buscó por varios años, nunca tuvo razón de su paradero.

María hizo la solicitud ante la Unidad de Búsqueda hace más de un año. En diálogo con la investigadora que atiende el Plan Regional Centro del Cesar, se enteró de que se realizaría la intervención en el cementerio de Pailitas. Con la ilusión de que el cuerpo recuperado fuera el de su hijo, María llegó temprano al cementerio. Quiso estar presente en las acciones humanitarias que se iban a desarrollar.

Foto: Comunicaciones UBPD

Acompañada de una hermana y de su esposo, María estuvo presente en la intervención que realizó el equipo forense y el investigador de la Unidad de Búsqueda. Y, pese a que estaba convencida de que su presencia en el sitio no le daría el sosiego que su alma ha esperado por años —recibir el cuerpo de Jorge para inhumarlo dignamente—, ni tampoco respuestas a las preguntas que se hace a diario (“¿Dónde estará Jorge? ¿Qué habrá pasado con él? ¿Será que su cuerpo está aquí?», sí era consciente de que con su presencia en el lugar aportaría al proceso de búsqueda. Mientras avanzaban los trabajos en los osarios del cementerio, se daban diálogos en los cuales se hablaba de la misionalidad y del trabajo humanitario de la entidad.

En Pailitas, tanto en la zona rural como en la urbana, desaparecieron muchas personas. Testimonios de familiares afirman que salían a trabajar y no regresaban; también cuentan que muchos jóvenes de otras ciudades del país llegaban a trabajar a las fincas y se desaparecían. Desde la desaparición de Jorge, María siente que su familia no volvió a ser igual. «Yo era alegre, pero desde que mi hijo se fue no volví a sentir ganas de nada. Me angustiaba pensar que no iba a volver a ver a mi hijo. Esperaba que en algún momento llegara a la casa», comentaba María mientras sus ojos se concentraban en el trabajo que realizaban los forenses.

Foto: Comunicaciones UBPD

Aunque María debe esperar a que el Instituto de Medicina Legal realice el proceso de identificación del cuerpo recuperado, asegura que siente alivio porque los familiares de ese cuerpo tienen la esperanza de recibirlo y darle un entierro digno. «Una familia va a recibir el cuerpo de su ser querido, eso ayuda a aliviar el dolor», concluyó María con resignación y una tímida satisfacción.

Pailitas es un municipio ubicado en el corredor vial que conecta el norte con el sur del Cesar y, a su vez, con los Santanderes. Es un hervidero vehicular permanente en ambos sentidos, donde el sol es inclemente desde que aparece en la mañana y la temperatura oscila entre 29 y 37 grados centígrados. Esto genera un estremecimiento constante que exacerba la tranquilidad de sus habitantes, incluso en horas de la noche.

«En esta intervención recuperamos estructuras óseas con una presunción de identidad orientada, cuyo cuerpo fue enviado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para el respectivo proceso de identificación. Además, caracterizamos 19 sitios de interés forense que serán objeto de investigación para una segunda fase de intervención en el cementerio. Como acción preventiva, realizamos el sellamiento de 10 osarios que quedaron bajo la custodia de la alcaldía municipal», manifestó Irana Herrera, antropóloga forense de la Unidad de Búsqueda.

Foto: Comunicaciones UBPD

 

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