TikTok se ha consolidado como una de las plataformas digitales más influyentes entre niños y adolescentes, convirtiéndose en el epicentro de tendencias virales que muchas veces cruzan la línea de la irresponsabilidad.
Aunque algunos retos son simplemente divertidos o creativos, otros han desencadenado consecuencias graves e incluso mortales. Uno de los casos más alarmantes es el del ‘Blackout Challenge’, también conocido como ‘desafío del apagón’, que consiste en dejar de respirar voluntariamente hasta perder el conocimiento.
Este reto ha causado la muerte de al menos veinte menores en países como Estados Unidos y el Reino Unido, según investigaciones citadas por medios internacionales.
La búsqueda de “likes” y reconocimiento social ha llevado a cientos de jóvenes a participar en retos extremos sin medir las consecuencias. Otro caso preocupante es el del ‘Benadryl Challenge’ o “desafío del sueño”, donde adolescentes consumen dosis elevadas de medicamentos como la difenhidramina para provocar alucinaciones.
Esta práctica ha provocado intoxicaciones, hospitalizaciones en cuidados intensivos y, en algunos casos, desenlaces fatales. Del mismo modo, el ‘Chromebook Challenge’ ha generado incendios en escuelas, luego de que estudiantes introdujeran objetos metálicos en puertos USB para dañar dispositivos electrónicos.
Además, se han documentado otros retos virales igualmente peligrosos, como el ‘Borg Challenge’, que consiste en consumir alcohol en grandes cantidades mezclado con agua y endulzantes; el ‘rompecráneos’, donde dos personas hacen caer violentamente a una tercera; o prácticas como inhalar desodorante en aerosol y exponerse a productos químicos.
Todas estas acciones, impulsadas por la necesidad de visibilidad en redes, han generado una profunda preocupación en padres, educadores y autoridades sanitarias, que instan a fomentar el pensamiento crítico y el uso responsable de las plataformas digitales.
