Esta acción fue el resultado de un trabajo articulado entre Ejército, Policía, Fiscalía y el respaldo del Gobierno del Cesar, y se cataloga, según informe de inteligencia, como un golpe a la estructura señalada de extorsiones, secuestros y quemas de vehículos transportadores.
En este golpe contra el crimen, se logró la captura, por parte de la fuerza pública, de 9 personas, la incautación de equipos de comunicaciones y material de guerra e intendencia: detonadores, granadas, explosivos, pistolas, fusiles AK-47, entre otros equipos bélicos.