Unidad de Búsqueda y pueblos indígenas se unen para encontrar a los desaparecidos del Cesar
Un equipo de profesionales de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) realizó una travesía entre las montañas y los valles de la Sierra Nevada de Santa Marta, específicamente en la parte ubicada en Valledupar (Cesar), para rescatar el cuerpo de una persona que había sido dada por desaparecida desde hacía 17 años en hechos asociados al conflicto armado y cuyo cuerpo fue recuperado en medio de dos rocas. Es la primera vez que el equipo técnico-forense de la entidad hace una acción humanitaria de este tipo.
La misión humanitaria materializa el principio de la no discriminación incluída en el mandato de la UBPD, que prioriza el alivio del sufrimiento de los familiares que viven el flagelo de la desaparición sin cuestionar la trayectoria de quienes se encuentran ausente o si integraron grupos armados. Además, es una invitación permanente a la institucionalidad y a la sociedad para entender la complejidad del conflicto armado y las historias personales vinculadas a este.
El equipo de la Unidad de Búsqueda en el Cesar recibió la solicitud de búsqueda en el marco de una jornada de trabajo con la Corporación Humanitaria Reencuentros, en la que se pidió a la entidad recuperar el cuerpo de una persona de origen kankuamo de nombre Iguen Martínez, que había desaparecido en 2007 de un caserío llamado Aguas Dulces del corregimiento de Sabana Crespo de Valledupar. Es un territorio de asentamiento indígena con predominio del pueblo indígena kogui.
La recuperación del cuerpo que se encontraba cubierto por un plástico y sujetado por cuerdas, en medio de dos rocas gigantes, fue posible gracias al trabajo conjunto entre un equipo técnico-forense, una investigadora, un guía local, un delegado de la Corporación Humanitaria Reencuentros y un familiar de la persona desaparecida, quienes recorrieron cerca de 17 horas de un camino rocoso del pico montañoso de la serranía, alcanzando más de 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Recuperar el cuerpo de una persona de origen kankuamo en territorio ancestral del pueblo Kogui derivó de la incorporación del enfoque étnico en la búsqueda, dado que la desaparición no solo afectó el círculo familiar cercano sino que trascendió en una desarmonía territorial y espiritual para estas comunidades, que luego se superó.
Para los pueblos de la Sierra Nevada, la desaparición de personas mancilla la relación de cada uno de ellos con su entorno sagrado, no solo por la imposibilidad de dar una debida sepultura a la persona desaparecida por muerte violenta, sino por el uso del territorio como un espacio de guerra y la inhumación de una persona que no pudo hacer su tránsito con la compañía de quienes les aman. Además de ello, consideran que la muerte violenta e inhumación en su territorio genera un desequilibrio en sus costumbres.
La investigación que estuvo asociada al Plan Regional de Búsqueda Norte del Cesar -Sur de La Guajira permitió entender las afectaciones que de manera sistemática y desproporcionada ocasionó la desaparición a los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta: Kankuamo, Wiwa, Arhuaco y Kogui.
Estos pueblos han impulsado, desde sus formas organizativas, la búsqueda y el encuentro de sus desaparecidos, por lo que avanzar articuladamente en la recuperación de cuerpos y en identificación de sitios se constituye en un foco de interés para la Unidad de Búsqueda.
La Unidad de Búsqueda registra 111.640 personas dadas por desaparecidas en Colombia, de las cuales alrededor de 5.000 están asociadas al Cesar y La Guajira. El equipo de la UBPD que cubre estos departamentos atiende a 27 municipios.