Los discursos de posesión
Por Ramón Elías Duarte Quintero
Por estos días los mandatarios seccionales que inician sus administraciones para el período 2024-2027, tienen el primer contacto con sus gobernados a través del discurso de posesión. Esta herramienta de comunicación que gobernadores y alcaldes utilizan para dar a conocer la visión y dirección de sus proyectos y prioridades, es expresada de diferentes formas dependiendo de las características de cada gobernante, contenido, mensaje y narrativa.
Todos estos discursos de poder tienen unas intenciones persuasivas y deben estar bien estructurados, con el propósito de alcanzar la máxima profundidad en su transmisión. Aristóteles, en uno de sus escritos más famosos, «Retórica», expresó que “la retórica es el acto de persuadir públicamente al público”. Veamos, cómo les fue a Ernesto Orozco, alcalde de Valledupar, y Elvia Milena Sanjuán, gobernadora del Cesar. Aunque el discurso de ambos estuvo respaldado por todo un despliegue tecnológico, aun así, y en esencia, es lo mismo.
Ernesto Orozco
Valledupar es una de las ciudades intermedias con mayor grado de dificultad para administrar debido a los bajos indicadores en temas sociales, seguridad, servicios públicos y empleabilidad. Es una acumulación de problemas de las últimas administraciones; algunos por omisiones, otros por incompetencia y falta de medidas eficientes.
Con esta realidad como antecedente, Ernesto Orozco se montó en un discurso exordio y directo, pero sin revanchismo. Su saludo protocolar fue corto y fuerte, acorde con su rostro adusto y escasa sonrisa.
La estructura del discurso fue clara, ordenada y precisa, fácil de interpretar por la audiencia. Pese a su experiencia en asuntos públicos, se mostró con cierta inseguridad escénica, lo que se notó en su ansiedad, dosificación del aire y velocidad en la lectura; por momentos su escasa salivación no le permitió mostrar una excelente vocalización y articulación de las palabras. Su expresión corporal es perfectible, y sus metas y desafíos, son grandes como sus deseos.
Elvia Milena Sanjuán
No sucede lo mismo con el departamento del Cesar, pues sus metas y resultados son evidentes en materia de infraestructura educativa, salud, vías, cultura y la generación de más de 25 mil empleos alcanzados, gracias a las actividades misionales desarrolladas.
Recibir un departamento en esa condiciones, la motivó para estructurar un discurso sublime y lleno de gratitud. Con su retórica y gestos sonrientes tocó el estado anímico de los asistentes, llenándolos de alegría, dignidad y orgullo cesarense. Su saludo protocolario fue más incluyente, literal, alcanzó a saludar “a todo el mundo”.
Fue un discurso retorico y político de fácil decodificación; además, estuvo acompañado de gestos de gracia y gallardía, elementos que empleó como herramienta a su favor. Su postura erguida y lectura pausada, es producto de una buena respiración y dosificación del aire; fue prolija en entonación, vocalización y dicción, hechos de expresión concluyentes en un orador.
En palabras de Aristóteles, un «retórico» es capaz de interpretar y entender qué es la persuasión y cómo se aplica, y Elvia Milena se centró en lo necesario para influir eficazmente en una audiencia.
A Ernesto Orozco y Elvia Milena Sanjuán, les auguro éxitos y no olviden que “los líderes de hoy deben ser socios de su gente”. Ahora hay que pasar del discurso a la acción. Buen viento y buena mar.