Mujer aseguró tener 172 hijos en Chimichagua para recibir alimentos del ICBF
Cerca de 69 alertas en la entrega de raciones de alimentos que hicieron contratistas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) a supuestos beneficiarios durante la pandemia del Covid-19, fueron identificados por la Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata – DIARI de la Contraloría General de la República, donde se desnudaron varias irregularidades en la ejecución del Programa de Canastas Nutricionales.
A través del Modelo de Analítica Descriptiva que la entidad le está haciendo seguimiento al Programa Canastas Nutricionales del ICBF, se conoció que, pese a que varios de los beneficiarios aparecen en la Registraduría Nacional como fallecidos, recibieron raciones de alimentos por parte de los contratistas. A su vez, otros lograron hacerse como beneficiarios suplantando en la base de datos los documentos de menores que están muertos.
Entre los casos insólitos arrojados en el informe, destaca el de una mujer en Chimichagua (Cesar), que aseguró ser la madre de 172 niños y niñas de ese municipio, y de un menor en el municipio de Fundación (Magdalena), que recibió raciones por todos.
Ese y otros hallazgos fueron detectados por un equipo de analistas de la DIARI que verificó las planillas en físico, descubriendo que varios departamentos del país, tutores de los menores que recibieron las raciones, tienen múltiples beneficiarios, lo que llevó a generar 6 alertas a 1.970 beneficiarios.
Por ejemplo, en los municipios de Teorama, Hacarí, San Calixto, La Playa, Ábrego y El Carmen, en Norte de Santander, se identificó un adulto que reclamó 195 beneficios al mismo número de menores de edad de los que aseguró ser el acudiente.
También este equipo de analistas identificó que un adulto aseguró en las planillas ser tío político de 134 menores de edad en Buenaventura (Valle del Cauca) al recibir las raciones de alimentos.
“¿Qué hicieron y dónde están con las raciones que recibieron estas personas por ese número de menores? Por esto, desde la Contraloría General realizamos estas alertas, para que en el país esta situación no se convierta en una anécdota. Esto tiene que parar”, aseguró la directora de la DIARI, María Fernanda Rangel.
MÁS DE 15 MIL ACUDIENTES ESTÁN FALLECIDOS
Ha explicado la DIARI que al declararse la emergencia sanitaria por el Covid-19, el Programa Canastas Nutricionales contrató una modalidad para que varios operadores hicieran el suministro de raciones alimentarias en los hogares de los niños y niñas entre cero y cinco años y madres gestantes registrados en el programa.
Desde esa fecha, se identificó que diferentes contratistas del ICBF entregaron 28.018 raciones a 15.580 acudientes registrados que están reportados como fallecidos en la Registraduría Nacional.
“Si se multiplica el número de raciones que se entregaron a estas personas fallecidas por el valor más bajo de una ración ($80.000), la suma de esta alerta de la DIARI es de $2.241 millones de pesos aproximadamente. Los valores de cada ración aumentan según el tipo de Centro Zonal desde donde se entregan y si son para mujeres gestantes y madres en periodos de lactancia”, dijo la funcionaria.
La DIARI detectó que de esas 28.018 entregas de raciones a acudientes de menores de edad que aparecen en las bases de datos como fallecidos, 4.548 se realizaron en el departamento de La Guajira en los meses de mayo, junio y julio.
Menores fallecidos suplantados
Con el mismo seguimiento, la DIARI detectó que en el país se realizaron 48 entregas a 21 menores de edad que aparecen en la base de datos de la Registraduría como fallecidos en fechas anteriores.
Por ejemplo, en el departamento de Chocó se realizaron 37 entregas de raciones de alimentos a 16 menores de edad que aparecen en la base de datos de la Registraduría como fallecidos en fechas anteriores a la que se hizo dicho suministro.
Entre tanto, en Nariño se confirmó que hubo 8 entregas de raciones alimentarias a 2 menores edad que aparecen en la base de datos de la Registraduría como fallecidos en fechas anteriores a las mismas.
En estos casos, en lo que se presume que estos menores de edad fueron suplantados en las plantillas que entregaron los contratistas del programa, la DIARI detectó que se hicieron 24 entregas de raciones de alimentos.
Las alertas están basadas en las debilidades que la DIARI encontró en el diligenciamiento de las planillas de control por parte de los contratistas y operadores del ICBF que realizan las entregas.
En resumen, las alertas que identificó la DIARI están divididas en entregas con documentos de personas reportadas como fallecidas, acudientes con múltiples beneficiarios y contratos con bajo índice de cumplimiento.